Muchas personas tienen la idea equivocada de que no pueden rasurar el vello que crece durante el espacio entre citas de su tratamiento de depilación definitiva. Ante la duda, recurren generalmente a otros métodos para elimninar el vello que no son adecuados o bien deciden no hacerse el tratamiento por miedo a eso.
La realidad es que aunque la depilación con luz pulsada elimina del 85-95% de vello, no lo hace en la primera sesión. Y no lo hace la luz pulsada ni ningún otra aparatología de depilación definitiva. Por lo anterior, es una preocupación constante: ¿que voy a hacer con el vello que crecerá en el transcurso del tratamiento? Esto aún más preocupante en épocas de verano.
Muchas clientas piensan que métodos como las pinzas, miel o máquinas manuales de depilación son la mejor opción por no “engrosar” el vello con el rastrillo. La realidad es que sacar el vello de raíz es el peor enemigo contra el tratamiento, ya que se pierde la continuidad del tratamiento.
Lo correcto es rasurar lo que sea necesario entre sesiones. Importante considerar que entre menos rasures será mejor, pero siempre que sea necesario no habrá problema si lo hacemos.
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